Odontofobia (parte IV)
Como hemos ido viendo en post
anteriores, la fobia al dentista es un problema muy común entre pacientes de
todas las edades. Acudir a consulta puede suponer un evento traumático que
muchas personas tratan de evitar o, en el caso de no poder evitarlo, supone un
hecho de gran ansiedad.
En la entrada de hoy vamos a ver cinco tips o
consejos para ayudar a hacer más llevadera la visita al dentista.
- Tratar de no adelantarse a lo que va a ocurrir: en ocasiones es inevitable, pero es muy útil acudir a consulta sin miedos preestablecidos. Ir pensando que el tratamiento va a doler por que a un amigo o familiar le dolió no facilita la visita al odontólogo, todo lo contrario, aumenta la ansiedad anticipatoria que se disparará una vez nos encontremos en la consulta. Es normal sentir “nervios” en los momentos anteriores, más aun si hemos tenido algún evento desagradable anterior relacionado con el dentista, por ello es recomendable tratar de realizar otra tarea, como leer o escuchar música antes de entrar a consulta.
- Estar informado: a la hora de acudir a la cita es muy importante saber qué es lo que le van a hacer y cuánto tiempo va a durar la intervención. Esto hace que se reduzca la incertidumbre y genera cierta sensación de control. Como paciente no dude en preguntar todo lo que sea necesario y como clínica, facilite a sus pacientes toda la información que considere puede ser relevante. El objetivo de este punto es reducir los "no era para tanto" al salir de consulta, ya que pretendemos ir a consulta con todo claro y sin realizar juicios previos.
- Saber cómo va a ser el postratamiento: muy relacionado con el punto anterior, no solo es útil saber cómo va a ser el tratamiento, sino que también es muy relevante saber cómo va a afectar el tratamiento en las horas posteriores. Por eso, y al igual que ocurría en el apartado anterior, es importante tanto solicitar (como paciente) como dar información (como profesional) para reducir la ansiedad y la preocupación en ese aspecto.
- Acudir en un estado de relajación óptimo: si conseguimos llegar a consulta tranquilos la manera de afrontar la intervención va a ser totalmente diferente. Hay dos maneras de conseguir esta relajación: de manera natural ya que ir al dentista no supone una fuente de ansiedad, o "forzando" esa relajación. Hay técnicas de relajación muy diversas (respiración diafragmática, relajación muscular progresiva, relajación autógena), por lo que hay que saber cuál es mejor para cada uno.
- Hacer un balance al salir de consulta: por ultimo, y con el fin de recordar cómo nos hemos sentido en próximas visitas, es positivo hacer un balance lo más objetivo posible de cómo ha sido la sesión, si la ansiedad iba acorde a lo que ha sido finalmente, si ha sentido que tenía las herramientas necesarias para hacerle frente o si, por el contrario considera que necesita ayuda para poder afrontarlo. Muchas veces nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos, quienes nos ponemos piedras en el camino que nos dificultan seguir avanzado. Lo importante es conocer cuáles son esas piedras y tener las herramientas necesarias para poder retirarlas o saltarlas.
Si tiene alguna duda o consulta, como
paciente o como clínica, póngase en contacto con nosotros a través del mail:
psicoodont.psicologia@gmail.com o deje un comentario en este post.
Comentarios
Publicar un comentario