Odontofobia (parte IX)
La
semana pasada estuvimos analizando algunas frases que sería recomendable no
decir a los pacientes porque podemos llegar a conseguir justo el efecto
contrario de lo que pretendemos con estas “frases tranquilizadoras”: ponerle
más nervioso y generar en él un sentimiento de culpa.
Es fundamental que el paciente sienta que nos identificamos con su malestar,
que tratamos de comprenderle. Para ello es muy importante: no dar nada por
supuesto, preguntar y dar información de todo, aunque se considere algo básico;
mostrar interés por el bienestar del paciente en todo momento; adelantarse a
las dudas o inquietudes que pueda tener; explicar lo que se va haciendo y animarle
a lo largo del proceso. Con esto tratamos de ganarnos la confianza del
paciente. Así estará más tranquilo y, por tanto, será más colaborador. El
objetivo principal es que el paciente perciba que nos ponemos en su lugar, es
decir, que perciba, por parte de su odontólogo, EMPATÍA.
A
continuación vamos a ver algunas frases útiles en consulta y porqué son
positivas:
- El momento en el que más te va a doler es… Con esto tratamos de dar al paciente cierta sensación de control, que no es todo desconocido e incierto, sino que sea capaz de anticiparse a lo que va a ocurrir.
- Esto es similar a… En muchas ocasiones lo que más miedo da es la incertidumbre, el no saber qué va a pasar y cómo va a pasar. Por eso, si lo comparamos con una experiencia previa del paciente, esta incertidumbre disminuirá.
- Ahora voy a… al igual que ocurre en el caso anterior, con esto vamos eliminando la incertidumbre de la intervención al hacer partícipe al paciente de todo lo que va pasando.
- Si necesitas un tiempo paramos. Darle al paciente unos segundos de descanso puede ayudarle, por un lado a sentir que tiene cierto control sobre lo que ocurre en la consulta (la sensación de control es algo fundamental para que el paciente esté más tranquilo), y por otro es útil para el odontólogo al poder tomarse un pequeño tiempo de receso.
- Si algo te molesta, dímelo. Con esto le hacemos ver al paciente que nos preocupa que esté bien, que nos interesamos por su bienestar, es decir, mostramos interés.
- ¿Qué puedo hacer para que estés más a gusto? Muy relacionada con el punto anterior, esta pregunta muestra al paciente un gran interés y le da la oportunidad de participar en el tratamiento, que no sea únicamente pasivo, sino que pueda tomar algún tipo de decisión.
- ¡Antes de que te des cuenta habremos terminado! ¡Lo estás haciendo muy bien! Este tipo de frases de ánimo ayudan al paciente a afrontar el tratamiento de manera más positiva y ayudan a reducir su ansiedad.
- ¿Por qué estás nervioso? Con esta pregunta tratamos de mostrar empatía, le hacemos ver al paciente que nos interesa conocer el estado de su activación.
- Es normal que estés nervioso/a. Como hemos visto en post anteriores, es fundamental normalizar la sintomatología ansiosa del paciente, sea la que sea y por el motivo que sea. Que el paciente sepa que lo que le pasa es normal, que no es “raro” ni se está “volviendo loco” hace que esta sintomatología disminuya y, por tanto, que esté más tranquilo y con un estado de ánimo más adaptativo.
Si tiene alguna duda o consulta, como paciente o como clínica, póngase en
contacto con nosotros a través del mail: psicoodont.psicologia@gmail.com o deje
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