Odontofobia (parte VIII)
A la hora de trasmitirle información al paciente es fundamental que el
odontólogo se muestre seguro con la información que está trasmitiendo pero
también que consiga expresarse de manera sincera y comprensiva. Hay algunas
expresiones que utilizamos todos de manera coloquial que pueden no ser
positivas a la hora de comunicarnos con el paciente. Tenemos que intentar
“quitarle hierro al asunto” tratando de no ocultar información ni quitar
importancia a los sentimientos del paciente.
Es fundamental no engañar al paciente: si le va a doler, hay que decírselo;
si el post-tratamiento va a ser complicado, hay que avisarle; si el tratamiento
va a ser largo, lo tiene que saber. ¡De lo contrario se podría sentir engañado!
Uno de los aspectos clave a la hora de comenzar un tratamiento es contar con la
confianza del paciente. Por eso es fundamental que no se sienta engañado.
De igual manera, hay que darle validez a sus emociones: sienta lo que
sienta el paciente, es válido. Al igual que es válido el motivo por el que se
siente así y como tal, se tiene que respetar. Es muy positivo facilitarle un
espacio de liberación emocional donde pueda expresar cómo se siente y liberar
tensiones antes de comenzar con el tratamiento. Es muy útil normalizar las
emociones: hacerle ver que es normal lo que está sintiendo, que a más pacientes
le pasa y que no debe sentirse presionado a estar bien.
A continuación vamos a ver alguna de estas expresiones y porqué pueden ser
perjudiciales.
- ¡Qué
exagerado/a! Sea lo que sea lo que está vivenciando el paciente tenemos
que verlo como algo normal. Si le hacemos ver que su sentimiento es
exagerado, solo vamos a conseguir que se sienta peor de lo que ya se está
sintiendo.
- ¡Pero
si no es para tanto / no te preocupes! Lo mismo ocurre si le quitamos
importancia al tratamiento. Es positivo, como se ha señalado
anteriormente, tratar de restarle importancia para que el paciente esté
más cómodo, pero sin que ello suponga menospreciar sus sentimientos.
- ¡No te
pongas así! ¡Cálmate / tranquilízate! ¡No llores! ¡No estés nervioso, que
no pasa nada! ¡Es una tontería! Estas cuatro afirmaciones están muy
relacionadas entre sí y, aunque intentan quitarle importancia a la situación
y tranquilizar al paciente, estas no es la manera más adecuada para
hacerlo, ya que, como en los casos anteriores, va a conseguir que el
paciente se sienta culpable por sus sentimientos.
- ¡Mañana
no te va a doler nada! ¡Esto va a ser muy rápido! ¡Esto no te va a doler!
Esto está muy relacionado con dar información veraz al paciente. Efectivamente,
si al paciente no le va a doler es muy positivo decírselo para disminuir
su ansiedad, pero si no es cierto y el tratamiento va a ser doloroso, lo
tiene que saber para que no se sienta engañado.
Es muy positivo tratar de evitar estas frases en la medida de lo posible
para que el paciente se sienta más cómodo y seguro. La semana que viene veremos
verbalizaciones positivas útiles a la hora de tratar con pacientes con odontofobia.
Si tiene alguna duda o consulta, como paciente o como clínica, póngase en
contacto con nosotros a través del mail: psicoodont.psicologia@gmail.com o deje
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